Ha sido un día de mierda. Pero de mierda. Me he levantado a las 6.15, he ido al baño, y ¡oh, sorpresa! la regla. Venga a llover, y llover y más llover. Repartir a los pijos del CEU bajo la lluvia, con el paraguas XXL que me he comprado en una mano, el taco de carpetas en el antebrazo e intentando encasquetar alguna con la otra. En el segundo turno he dado 4, ¡4!.
El segundo desayuno (el primero en bar, café y porras) me lo han amargado las imágenes de Madeira (que me he enterado esta mañana, lo sé, últimamente vivo en los mundos de Yupy). En el tercero sólo me he tomado una manzanilla porque me dolía la tripa. Llover, llover, llover.
Ir a repartir a Medicina. Llover, llover, llover. Me como un croissant de jamón y queso (porque hasta la 1 no hay molletes) y un pepito de chocolate. No es el cuarto desayuno, se le llama hacer las 11. Me sientan fatal. Llover, llover y más llover. A la facultad. Me duele la tripa. Llover, llover y más llover...
Y no sigo porque es todo una especie de bucle: comer, dolor, lluvia, comer, dolor, lluvia...
Estoy engordando un montón.
Lo mejor del día es que mi mascota del FB tiene mascota a su vez, por lo tanto SOY ABUELA. (viva), que he visto a gente encantadora que me alegra la existencia, que me han acompañado a casita, que me he tirado una hora de reloj hablando con mi Progenitora de nuestra vida y milagros, que mañana me levanto a las 9 (reviva) y que un sms me ha puesto sonrisa de boba.
Lo demás, una puta mierda todo.
Lo cuento aquí porque me aburro...