29.3.10

Las edades de la mujer



¿He contado que el sábado al entrar en un bar me paró el portero para preguntarme la edad?


:DDDDDDDDDDDDD


Aparento 18, aparento 18, aparento 18 y estoy estupenda!

28.3.10

Semana Santa


Mañana empezaré de verdad la Semana Santa. Como todos los años, será como siempre, es más, espero que sea como siempre.

Espero ver alguna procesión, y que me entren las ganas que me entran siempre de creerme algo para poder vivirlo del todo. Debe ser tan emocionante.

Espero llegar al pueblo nerviosa, sin saber sin deshacer antes la maleta o directamente salir volando a la calle.

Espero que mis chicos jueguen en las 24 horas de fútbol por la tarde, que pierdan por 8 ó 10 goles, y nos alegremos mucho porque así no hay que jugar por la noche. Así que nos vamos de cañas para celebrarlo.

Espero cañas eternas y perder la cuenta de cuantas llevamos.

Espero bajarme a la carpa sin comer a las 4 de la tarde, porque acabo de desayunar y no tengo hambre, y que me pongan morros, aunque haya desayunado un tanque de café y 3 ó 4 torrijas.

Espero llegar tarde por las noches, llevar los tacones puestos y las planas es el bolso, intentar hacernos un hueco en la carpa, llegar los últimos e irnos los últimos.

Espero bailar, bailar, bailar, bailar, hasta que me duelan los pies hasta cuando estoy sentada.

Espero llegar con un par de moratones de los coches de choque y un par de moratones que no sé de dónde salen (llevo de aquí ya dos que sí sé de dónde salen).

Espero reírme hasta no saber de que me reía.

Espero rebuscar por toda la cocina hasta encontrar el jamón, que mi abuela esconde para que no comamos carne.

Espero cantar a media voz la Saeta de Serrat con mis primos, mi tía y mi padre, mientras pasa el Vía Crucis por debajo de la ventana, con el resto de la familia en él.

Espero cantar a voz en grito y hasta quedarme afónica (en la carpa, no en la procesión) la saeta de "De las alas de un mosquito/ se ha hecho la virgen un manto/ velaile si es bonito/ que lo estrena en viernes santo". Y espero bailar la jota con Cris.

Espero ir a la Charanga el domingo por la mañana sin que falte nadie y con las gafas de sol puestas, sin dormir.

Espero que sea tan "fenomenal" como todas las Semanas Santas de mi vida. Son las fiestas del pueblo y es época de reunión.

¡Qué ganas tengo ya de estar allí!




26.3.10

Sinceramente tuya.


Preparados para la explosión. Todo saltará por los aires en 3, 2, 1...



¡Así da gusto, oye!

Foto de Françoise Hardy.

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Quería poner una canción, pero la que no dejo de escuchar no la he encontrado por ningún sitio como me gustaría, así que dejo la letra. Es "Sinceramente tuyo" de Serrat, cantada por Pasión Vega. Casi náh.



No escojas sólo una parte,
tómame como me doy,
entera y tal como soy,
no vayas a equivocarte.

Soy sinceramente tuya,
pero no quiero, mi amor,
ir por tu vida de visita,
vestida para la ocasión.

Preferiría con el tiempo
reconocerme sin rubor.

Cuéntale a tu corazón
que existe siempre una razón
escondida en cada gesto.
Del derecho y del revés
una sólo es lo que es
y anda siempre con lo puesto.

Nunca es triste la verdad,
lo que no tiene es remedio.

Y no es prudente ir camuflado
eternamente por ahí
ni por estar junto a ti
ni para ir a ningún lado.

No me pidas que no piense
en voz alta por mi bien,
ni que me suba a un taburete
si quieres, probaré a crecer.

Es insufrible ver que lloras
y yo no tengo nada que hacer.

Cuéntale a tu corazón
que existe siempre una razón
escondida en cada gesto.
Del derecho y del revés,
uno sólo es lo que es
y anda siempre con lo puesto.


(Especialmente para Nocturnia,
siempre que escucho Serrat me acuerdo de ti, mi niña).





24.3.10



"El paraíso lo prefiero por el clima;
el infierno por la compañía."

Mark Twain.



((¿Qué ha sido de mi verano?))

Audrey

21.3.10

Síndrome Pre-Menstrual.


Tengo mucho sueño, me metería debajo del edredón durante días.

Tengo mucho, mucho calor, he sudado mucho en el coche, arremangada, mientras los demás llevaban puesto el forro polar. He sudado mucho en el bar, en un rincón y además sin beber nada. Ahora estoy en tirantes en casa, sin calefacción siquiera.

Fumo mucho, demasiado, tengo ganas de fumar continuas, empalmaría un piti con otro.

Tengo ganas de estar en la calle, tengo ganas de esconderme, tengo ganas de hacer planes, ganas de irme de barbacoa el sábado a Pinto, ganas de salir el viernes a bailar, ganas de ir mañana a la fiesta Pagana, ganas de buscar un plan especial, pero tengo muchas ganas de meterme debajo del edredón durante días y no ver a nadie.

Tengo hambre, tengo ganas de comer, me he levantado para hacerme algo de cena, tengo pan del pueblo, tengo tomate triturado del pueblo, tengo jamón de una fábrica-de-hacer-jamones-envasados. Pero es que no me apetece comer.

Me veo monísima, luego me veo en un cristal del bar, y me maldigo por no haberme maquillado un poco. Me hago una coleta, me suelto el pelo, me pongo una pinza, me hago un moño con un boli Bic. Me miro la tripa y me veo los 4 kilos que he cogido todos bien juntos y flojitos ahí. Luego dicen los amigos que llamarme gorda a mí es una aberración y se me sube el ego a la luna.

Llego a casa con todo el ánimo de llevarme mañana a la Uni todo el alcohol que quede de restos de fiestas y, cuando veo la botella de 3,99 en la encimera, totalmente vacía (diría que escurrida) se me quitan las ganas de volver a salir, y me siento fatal por ser tan sota y agarrarme las moñas que me agarro. Y de gastarme dinero en resacas.



Y sobre todo, sobre todo, me siento tan insegura, pero tantísimo, respecto a eso, que no sé si agarrar el teléfono y ponerme en evidencia, o dejarlo pasar y meterme debajo del edredón durante días y días.

17.3.10

Topito dorado

Esto es lo que quiero yo!

Un topo dorado.

No tienen ojitos, viven en los desiertos, y también es sordo, "oye" los movimientos de sus víctimas mediante el tacto.

Pueden levantar con su cabecita nueve kilos, nada menos.

Son chiquitujos y monines.

Con ellos me he dormido la siesta hoy.

A ver si hay suerte y alguien me lo regala!

(no sé si ve bien, pero lo de abajo son las patitas, lo rosa más arriba la naricita y NO tiene ojos!!)


Por lo demás, un día estupendo, hasta comprando botones en Pontejos estaba contenta. Parece que las cosas se van encauzando. Y encima ha salido el sol. Ya ves...

15.3.10

Sé todos los cuentos.

Yo no sé muchas cosas, es verdad.
Digo tan sólo lo que he visto.
Y he visto:
Que la cuna del hombre la mecen con cuentos,
que los gritos de angustia del hombre los ahogan
con cuentos,
que el llanto del hombre lo taponan con cuentos,
que los huesos del hombre los entierran con cuentos,
y que el miedo del hombre...
ha inventado todos los cuentos.
Yo no sé muchas cosas, es verdad,
pero me han dormido con todos los cuentos...
y sé todos los cuentos.


León Felipe.

12.3.10

Despedida.



Acabo de enterarme de la muerte de Miguel Delibes.

Me gustaría haber hecho esta entrada más documentada, con biografía, datos, fechas, premios... pero ni tengo medios ahora mismo ni tengo ganas.

Leí "El Camino" con 9 años, buscando por casa libros viejos de mi padre en una tarde de verano. Y me dijeron "Sí, sí, leélo, que está muy bien, aunque no sé si lo vas a entender del todo". Me lo leí en dos tardes y lloré como una magdalena. Niños, pueblo, travesuras, ¿cómo no lo iba a entender?

Lo he vuelto a leer. Muchas veces. Siempre que no sé que leer y ando por casa, leo "El camino". Y siempre acabo llorando como una magdalena. No en la parte de la muerte, sino al final, en la despedida. Siempre en la despedida. Me araña el alma. No es tan habitual que un grupo de palabras me hayan arañado el alma unas 7 veces a lo largo de 15 años.

Después vinieron "La hoja roja" (en un ejemplar viejísimo que se me desencuadernaba en las manos), "La sombra del ciprés es alargada", "El Hereje", uno de caza del que no recuerdo el título...

"El Hereje" fue el último gran descubrimiento, me lo regalo Lara en mi penúltimo cumpleaños, y casi no dormí hasta que me lo terminé. No me pudo gustar más, no podía unir más elementos que me entusiasmasen tanto.

Además, me recordaba (me recuerda) a mi abuelo, tan franco, tan directo, tan gastado, tan cazador...

Y estoy llorando ahora mismo, lágrimas gruesas, en la despedida. Siempre en la despedida

Y a él ya le salió definitivamente la hoja roja en el papel de fumar.



10.3.10

*



Verte. Mirarte. Ver que me miras.





9.3.10

Las muchachas.




Conozco a Jenny desde que nacimos (bueno, concretamente, desde que nació ella). En la primera foto que salgo con Cristy tenemos unos 7 años, pero hay testigos que cuentan que ponían los carritos el uno al lado del otro en las verbenas. Y hasta hoy.

Hemos pasado juntas los suspensos en mates, el momento de irse de casa, la pérdida de seres queridos, la enfermedad de la madre de J., mi accidente en el que me desfiguré la cara, el accidente de moto de J. donde se torció la nariz, los bajones enormes de C.

Los primeros besos, los primeros amoresparatodalavida, el primer rollo, el primer novio más o menos formal, el novio formalísimo con el que J. vive y con el que C. se ha comprado un piso (¡no son el mismo, son dos!), las rupturas en las que se te cae el mundo encima. Me aguantaron incluso el año y pico que estuve metida en una relación que consistía en discutir y llorar.

Somos kintas, nos hemos puesto las tres la corona y la banda de Dama de las Fiestas de C., nos hemos reído de ello e incluso nos la cargamos. Con ellas puestas me acompañó al centro médico a cambiarme el vendaje de la pierna, a las 10 de la mañana, sin haber dormido e incluso un poco borrachas (creo, porque tengo unas lagunas de esos días tremebuendas)... Nos hemos gastado hasta el último duro y nos comimos los chorizos y los huevos que teníamos que vender. Hemos puesto copas hasta hartarnos borrachitas perdidas.

Nos hemos tapado mentiras y nos hemos inventado mil tretas para que nos dejaran volver más tarde a casa (que no funcionaban). Hicimos el primer botellón con una botella para 12 y nos cogimos el primer pedo, de ponche con batido de chocolate.

Hemos jugado a la huija juntas y estábamos las tres cuando nos pasó lo que nos pasó con ella y por lo que no hemos vuelto a jugar. Hemos hecho mentalismos, hemos jugado al Super Pang miles de tardes de veranos, nos hemos dejado media paga en el estanco, para comer chuches en las gradas del Poli hasta que nos dolía la tripa. J. me daba Bubaloos porque decía que tenía baja el azúcar, y los sugus azules, que son de piña y le dan alergia. Luego ella se comía todo lo demás, lo suyo y lo mío.

Nos hemos intercambiado toda la ropa del mundo, hasta que el cuerpo de cada una decidió ir por su lado (bueno, con C. me la sigo cambiando de vez en cuando).

Nos hemos bebido el agua de los floreros, siempre hay que pedir "una caña con limón, una caña con casera y una caña-caña", porque son así de especialitas. Con el ron hay consenso pero hay que discutir por la mezcla. J. ha grabado vídeos de C. y yo bailando la jota en la calle en tirantes en Nochevieja, y es de lo menos vergonzante que podía haber grabado. Nos hemos caído por los suelos y hemos quedado para llorar las resacas.

Nos encanta cogernos el coche por la noche y cantar a voz en grito lo que nos apetezca, sin rumbo y sin límite, parando de vez en cuando para "amos un piti". Fumamos todo lo que nos da tiempo, pero cada una siempre de su tabaco. La etapa porrera la pasamos hace años, C. fumaba a veces, pero no pillaba porque "pillar es de yonkis". Dejamos de darla. No le importó demasiado.

Nos hemos ido a la playa para estar menos de 24 horas, sólo porque queríamos pisar arena. Por supuesto nos dio tiempo para miles de cosas, C. se quemó como un centollos de la raya del pelo a la planta de los pies, J. la pierna de la que le había retirado la escayola el día anterior y yo la parte de atrás de las orejas. J. se quedó pillada entre las puertas del tren en movimiento, con la muleta y gritando como loca, a C. casi le echan del supermercado y por suerte la única con cabecita (yo) evitó que paráramos en Sevilla a la ida (para ver la Giralda de noche, porque la Giralda de noche es una maravilla) y a la vuelta en Mérida (con 45º que marcaban las marquesinas no salimos de Mérida vivas ni con mucha suerte)

Estoy hasta el moño de que me cuenten siempre los mismos chistes.

J. me llamó el día de su cumpleaños, del primer año que se quedó de becaria en Madrid, para decirme, llorando como una magdalena: "tía, que me acabo de dar cuenta de que es el primer cumple en 22 años que paso sin ti". Fue un dramón terrorífico. Se me acercó todo el bar para ver que había pasado, porque me ahogaba del llanto.

Y muchas cosas más...

Pero todo se resume en llamar a un portero automático a las 7 de la tarde en Madrid y que la conversación sea:
- ¿Quién es?
- Nuhotrá.
- Subí.

8.3.10

Sensaciones.


Esas caras del pasado que se te cruzan cuando menos te lo esperas. Casi siempre en el metro, todo un clásico. Una figura que te suena, una ojeada clandestina y de golpe (clash) una mirada fija a los ojos. Momento shock y retirada nerviosa. Te hundes en el libro y te mueves un poquito hacia el otro lado. Y lees anécdotas pasadas, y ves caras y escenas, y sientes lo que sentías entonces y te mueves por dentro. Huracán en el estómago y ciento veinte pulsaciones. Y llegas a tu parada, y antes de bajar no puedes evitar un último vistazo. Y ya no está. Y te bajas con una absurda sensación de vacío que momentos antes no tenías.

Por un momento viajas años atrás y el presente se paraliza. Y no eres capaz ni de soltar un estúpido "hola". O al menos, nada. Ignorar, no sentir.

Cuando sales del subterráneo y te da el aire, vuelves a la realidad como quien despierta de un sueño. Y sigues con tu vida como si nada, y lo olvidas, y lo quieres olvidar, porque a veces duele, y otras no tiene importancia.

¿Y qué? Muy bien. Vale. Pasando de todo, como siempre.

Genial.


Me jode soberanamente sentirme tan cobarde y tan humana a veces.

Pues...

... al final no había entradas para Monet y hemos acabado de cañas... tuturú...


También hemos visto una peli, y no puedo dejar la ocasión de recomendarla a todos aquellos que no la hayan visto: "El secreto de sus ojos". [TE(a)MO]




Y mañana otra semana más... pero distinta (^_^)


7.3.10

Borrascas y alertas de colores.


Vaya con el tiempo y con los del tiempo. Me vengo el sábado por la tarde de mi ciudadnatal (donde estaba muy ricamente tocándome la nariz en el sofá y dando paseítos con mis progenitores) porque dieron en la tele que se acercaba un nuevo temporal apocalíptico-atlántico que iba a azotar Madrid dejándola en el abismo y nevada. Yo, muy asustada y responsable, previendo que en la A-5 los domingos así de normal ya se suele coger algo de tráfico, y ante la perspectiva de la que se podía liar si caían cuatro copos, me cogí el bus ayer. Pues NADA. NADA.

Hace un día muy agradable, (relativamente) luminoso, el suelo está seco como hacía tiempo y ni siquiera hace frío. El rastro está hasta las patas. Espías que tengo en la carretera me dicen que vienen conduciendo sin ningún problema.

Hay que joderse.




Por lo menos he hecho aprovechado el tiempo desde que llegue aquí, y esta tarde vamos a cambiar el domingo de cañas por una visitilla al Thyssen para ver la exposición de Monet. Responsable estoy. Ni me lo creo. Será para compensar lo de anoche...

2.3.10

Más cosas surrealistas

Cosa surrealista #2:
La mascota de mi mascota del FB (la hija de Cecy) se me ha escapado porque no le daba de comer. Tengo que pedir a mis amigos que me ayuden a buscarla (ignoro como). Lo he publicado en el tablón, pero me he sentido un poco gilipollas. Yo desde luego no voy a perder tiempo en buscar esa "cosa".

Cosa surrealista #3:
El otro día (martes) llego a clase por la mañana súper formal, después de repartir. Abro el bolso para sacar el cuaderno y el bic y aparecen 6 posavasos del Mahou. Ni idea.

Cosa surrealista #4:
Estoy esperando a cierto personaje, me acaba de dar un arrepío, y me he puesto a cocinar una cena maja, con carne marinada y todo. Yo creo que últimamente los Reyes Magos vienen por la noche y me chutan. O las tostadas con tomate llevan droja. O algo.
De todas formas, dudo mucho que me quede algo comestible. Pobre personaje.
Pues estaba yo el otro día tan pichi echándome un cigarro en la puerta de abajo de la facultad. Llovía y estaba apoyada en la pared, y a mi lado había un señor, que no fumaba. Se conoce que le gustaba estar pasando frío y que le salpicaran las gotitas de vez en cuando.
De repente se gira y me dice "¿Qué es lo que tienes ahí en la cara?" Nótese que no abrió camino con un "hola", ni un "perdona", ni ningún prefacio de esos establecidos socialmente y que quedan tan bonitos. Así, a palo seco.
Yo, una vez superado mi estupor, contesté como siempre: "nah, son cicatrices".
"Ah", concluyó él, dándose por satisfecho. Ni "perdona si te he incomodado", ni "pensaba que se te había corrido el rimmel", ni ninguna de esas cosas que me suelen decir. La verdad es que que se saltara esta parte casi lo agradecí.
Al ratito se cansó de estar ahí como un pasmarote y se metió dentro. "Hasta luego".
Y me quedé yo con mi piti pensando en la clase de especímenes que hay por ahí sueltos y que a ese tío le había puesto ya la cruz, para cuando me lo cruzara por la facultad.





Pasada una semana (ayer) voy yo tan pichi a mi clase de los lunes y martes a la que no había ido todavía. Llegó tarde, me siento, saco las cosas y miro al profesor. No me lo puedo creer.
El individuo de la puerta de abajo.

¿Pero por qué me pasan estas cosas a mí?




La gran duda es si él también me habrá reconocido a mí.

Igual le doy pena (o se siente un gilipollas) y me aprueba...
¿no?...